jueves, 10 de diciembre de 2009

Cruz Azul, y los demonios del Futbol

Hola a todos


Como sabrán algunos (y si no, pues ahora sabrán), yo soy aficionado del Cruz Azul. Y como fanático de ese equipo me ha tocado en las ultimas semana escuchar, leer, e incluso recibir toda clase de críticas, insultos y demás sobre el desempeño de mi equipo favorito en la liguilla.


Con mucha tristeza veo como algunas personas, dejándose llevar por una injustificable pasión, hacen menos y denigran a los aficionados que solo defendemos lo que creemos justo. Muchos no nos bajan de albañiles, muertos de hambre, y un sin numero de descalificaciones absurdas. Como si nosotros tuviéramos la culpa de la pobreza en el futbol de México y sobre todo, en el arbitraje mexicano. Se discute con tanta pasión, que no es nada más que un vulgar odio injustificado, y un desahogo a la miseria de muchas personas.


El futbol es un deporte que despierta pasiones, pero al final del día es solo eso, un deporte. No brinda emociones, encantos y desencantos, que solo deben de terminar como buenos o malos sabores de boca.

El Cruz Azul llego a la final, tal vez no desplegando el mejor futbol de la historia, pero lo que si hizo fue reaccionar con goles en los momentos importantes, en los que realmente tenían que salir adelante. Demostraron lo que en años pasados no habían tenido: contundencia.


Al final se hablará del arbitraje. Se dirá que Cruz Azul tuvo ayuda de los árbitros, incluso hay quien afirma que el Cruz Azul compró el arbitraje. Pero hasta este momento, yo no he visto ningún video, documento, o siquiera recibo que avale esa afirmación. Creo que nadie en este momento puede dudar de la honorabilidad de algún arbitro, no se tienen las bases para ello, pero de lo que si podemos dudar, es de la capacidad y preparación de muchos silbantes.


El arbitro no tiene la culpa de que el Puebla se haya desinflado completamente en el segundo tiempo del partido de ida, ni de que no hayan podido meter ni las manos en el de vuelta. El arbitro tampoco tiene la culpa de que Morelia no haya tenido contundencia, ni de que Droguett haya reventado el poste. Lo demás, son pretextos de falta de contundencia.


Son ya 12 largos años desde aquel domingo en León, donde un ensangrentado Carlos Hermosillo retaba con una mirada mortal a Ángel David Comiso, antes de cobrar una pena máxima que daría el triunfo y el tan anhelado titulo. Son 12 años de jugadores, técnicos, críticas, burlas, menosprecio. Son 12 años en donde se han llegado a 4 finales de copa, una de concachampions, y otra de libertadores. Todas pérdidas. Pero este es el momento de la verdad, de acabar con los demonios que rondan en la noria. Una limpia a principio de torneo parece haber dado resultado y haber esfumado a esos fantasmas de mediocridad.


Cruz azul hizo un excelente torneo, por ello tiene todos los merecimientos para llegar a ser campeón. Villaluz, Torrado, Villa, Díaz, Corona, Cevallos, todos sueñas con la gloria y gritar lo que solo un pequeño puñado puede: el ser campeón.


La final empieza mañana, y para el domingo en la noche, el futbol tendrá nuevo monarca. Y espero realmente, que sea el Cruz Azul. La afición se lo merece.


Bueno, eso es todo por mi parte. Me despido. Hasta mi próxima entrada. Adiós.

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