Hola a todos.
El día de ayer 28 de marzo de 2010, se realizo en la ciudad de Monterrey una marcha para exigir paz y seguridad en aquella ciudad. La marcha fue organizada nada más y nada menos que por el gobernador del estado de Nuevo León Rodrigo Medina.
Después de los bloqueos realizados presuntamente por personas relacionadas al crimen organizado y después del asesinato de dos estudiantes del Tec de Monterrey, el clima que se vivía en Monterrey era muy pesado. Era necesario realizar acciones para tranquilizar el ambiente, por lo que al gobernador priista le pareció buena idea convocar a toda la sociedad de Nuevo León a marchar a favor de la paz y la seguridad del estado.
No pocas fueron las voces que se alzaron en contra de este llamado a la paz hecho por el gobernador neoleonés aduciendo irresponsabilidad del gobernador y sobre todo una hipocresía de su parte ya que en vez de estar haciendo marchas debería estar buscando soluciones para el estado.
Si bien es cierto que dentro de la marcho hubo miles de neoleoneses que exigieron paz y tranquilidad, también la marcha estuvo llena de acarreados. Como ya es costumbre en este tipo de eventos oficiales (en especial priistas) la marcha estuvo llena de acarreados de parte de sindicatos locales afines al gobierno así como empleados de las distintas secretarias estatales y locales. Demostrándonos que los militantes y los políticos se renuevan, pero no las tácticas ancestrales priistas.
Da miedo pensar que este tipo de actos se conviertan en una constante en la política y la sociedad mexicana. Y da miedo por que es una manera en la cual los responsables de tomar las decisiones y de darnos seguridad a todos evaden esas responsabilidades y piden algo que ellos están obligados a dar.
Normalmente las marchas que se realizan en este país son para exigir o reclamar algo al gobierno en turno. Sobre todo si se trata de un tema tan esencial como es la seguridad publica. Pero si tenemos al gobernador encabezando una marcha que exige seguridad, entonces nos preguntamos ¿a quien le estamos exigiendo entonces?
La incapacidad de los gobiernos tanto locales como federales de brindarnos seguridad es más que evidente. Y exhibiciones tan patéticas como la de ayer nos muestran el verdadero rumbo de la política mexicana.
Las marchas pocas veces sirven de algo, y parece ser que este caso no será la excepción. Sobre todo si nació, no de una organización ciudadana, si no de una organización institucional, totalmente oficialista. Lastima que esta simulación haya logrado llevar a personas que de verdad quieren un cambio para su ciudad, ya que poco o nada saldrá de esta burla a la lucha social que muchos realizan día a día.
Bueno, eso es todo por mi parte. Me despido. Hasta mi próxima entrada. Adiós.