Veinte

Hoy 16 de marzo de 2010 cumplo mis primeros 20 años de vida. Veinte años de crecimiento, desarrollo, aprendizaje, caídas, tristezas, llantos, y mucha felicidad. Es el cierre de un ciclo de vida, pero el inicio de otro.

A lo largo de mi vida he hecho muchas cosas que me gustaría volver a experimentar, he vivido momentos que daría cualquier cosa por volver a vivir, he conocido personas que han dejado un huella en mi, y otras que me han destrozado por dentro. Pero también he vivido y hecho cosas que desearía nunca haber hecho, pero todo ello es parte de la evolución interna y el crecimiento que todos tenemos por el simple hecho de estar vivos. Aprendemos, experimentamos, sufrimos, gozamos, todo en una vida que, al final de cuentas, nos parecerá muy corta. Pero sin duda me he arrepentido mas de cosas que no hice, que de cosas que si hice.

En estos veinte años de existencia he aprendido muchas cosas útiles. Desafortunadamente ninguna de ellas ha sido dentro de un aula de clases. Te venden la idea de que la escuela te prepara para la vida cuando esto no es cierto. Ya que no existe una clase de cómo lidiar con el fin una relación, el fracaso en un proyecto o la perdida de un ser querido. Todo lo aprendes a sobrellevar con la experiencia que te van brindando los años. En mi caso, veinte bien aprovechados años de experiencia.

Soy parte de una generación privilegiada. Soy parte del desarrollo de la Web, soy parte de la primera generación realmente interconectada. Soy parte de la primera generación del conocimiento, ya que la información ya estuvo para mí a un solo clic de distancia.

Pero al mismo tiempo soy parte de la generación del “¡¡¡Ya Basta!!!” Una generación que ya no se deja impresionar por cualquier vendedor de espejitos, que ya no sigue ciegamente ningún movimiento, ningún partido, ninguna ideología. Soy parte de una generación que creció con el miedo de salir a la calle, que creció ya no con las ideas de magnificencia post revolucionaria, si no con las ideas de un país “agachon”, sub desarrollado y lleno de escoria política. Mis padres crecieron con pseudo historias de mexicanos ilustres y telenovelas, mientras que mi generación creció con las historias del “Mocha orejas”, los Arellano Félix, el “Chapo” Guzmán. Viví el crecimiento, desarrollo y, ahora, explosión del crimen organizado.

Pero todo eso me ha forjado de una manera diferente. Ya no vivo en el mundo de fantasía en el que viven mis progenitores, tampoco vivo en el mundo de extremo pesimismo que algunos mayores con ideas aun “revolucionarias” tienen. Vivo en el mundo de las realidades, donde me doy cuenta de que las cosas no están bien, y que de la única forma en que esto cambiara es si hago algo al respecto.

Soy alguien que esta harto de las mascaras que la sociedad te obliga a usar, de lo políticamente correcto, de las ideologías, del dogma. Me doy cuenta de que tenemos que evolucionar para salir adelante, y no lo lograremos si nos enfrascamos en discusiones estériles de ideología, religiones o direcciones.

Todos los adultos que he conocido me han dicho que al hacernos viejos debemos madurar. Y es cierto, pero nada nos obliga a crecer. Como dijo el beisbolista “Chilis” Davis “Hacerse viejo es obligatorio; crecer es opcional”. Mientras mas me hago viejo, mas me doy cuenta de que no es necesario crecer. Los males del mundo se dan cuando las personas empiezan a crecer. Y mientras mas crecemos, más nos alejamos unos de los otros.

Hoy 16 de marzo de 2010 es un día especial para mí. No solo es la celebración de mi natalicio, también es el principio de una nueva etapa de mi vida. Una etapa de nuevos descubrimientos, nuevos desarrollos, nuevas ideas, nuevas personas, nuevas experiencias en fin, toda una nueva vida.

Por ellos si estas leyendo esto, te invito a que me acompañes en esta nueva etapa. Es momento de tomar el poder en nuestras manos. De deja de hacernos pendejos y empezar a exigir lo que por derecho es nuestro; un país digno para vivir.

Hoy cumplo veinte años. Y aun siento que no he vivido nada.