jueves, 17 de junio de 2010

Charlatanes


Hola a todos.

México es un país caracterizado por una mezcla de culturas, tradiciones y creencias espirituales que pocos países se pueden dar el lujo de tener. Tenemos desde los mochos católicos pasando por los fanáticos cristianos, los siempre económicamente poderosos judíos e inclusive una importante comunidad musulmana. Pero también dentro de esa mezcla hay influencia prehispánica y hasta africana, de ahí esta gran tradición de santería y brujería.

Estas ultimas practicas son muy comunes teniendo en Catemaco uno de los mas representativos lugares para esta practico. A diario cientos de personas acuden para encontrar solución a todo tipo de problemas existenciales. Dinero, amor, salud y hasta el famoso “mal de ojo”. También tenemos a aquellas personas que te leen la mano o hasta la taza de café, que mas que psíquicos parecen un “Lie to me” región -4.

Saco todo esto a colación ya que hace un par de días la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaro que incurrían en delito aquellas personas aprovechándose de su ignorancia les saquen dinero con este tipo de prácticas. Esto le da en la madre a una práctica ancestral de charlatanería mexicana que siempre se han aprovechado de la ignorancia, y sobre todo de la necesidad de las personas que al no encontrar soluciones a sus problemas, recurren a estos charlatanes profesionales.

Pero desafortunadamente aun existen una larga serie de charlatanes que se aprovechan igualmente de la necesidad y de la ignorancia de las personas que no son tomados en cuenta. Si no me creen prendan su televisión a las 3 a.m. en cualquier canal de televisión abierta y se darán cuenta.

Primero tenemos aquellos productos “milagro” que prometen en un par de semanas e incluso día bajar una cantidad de kilos que una persona sana no podría baja. Aparatos que de dudosa efectividad, que prometen ponerte como Arnold Schwarzenegger en un par de semanas. También existen productos que se ingieren que prometen bajarte de peso en tiempo record y que creen que al ser anunciados por “famosos” tendrán más credibilidad.

Uno de los casos más preocupantes y que debería ocupar a las autoridades y preocuparnos a nosotros son una serie de pastillas para la próstata. Estas pastillas prometen curar tus molestos e incómodos problemas con esa parte de tu cuerpo. Y digo que debe de preocupar por que hablar de la próstata es algo muy serio ya que en la mayoría de los casos esos síntomas son signos de cáncer. Y dudo que esas pastillitas puedan curar un cáncer tan agresivo.

Otra de las formas de charlatanería que están de moda son las iglesias cristianas brasileñas que proliferan ya en México. No siendo suficiente con la Sacrosanta Iglesia Pederasta Apostólica Romana, ahora tenemos que lidiar con los mensajeros o siervos de cristos provenientes de Brasil. Y el problema es que estos señores en sus congregaciones hablan mucho de desprenderse de todo lo material, que es lo mismo que donar todo tu dinero a la causa de ellos. Digamos que es la reimplantación del diezmo. Ya que estos señores, aprovechándose de la ignorancia de la gente, les sacan dinero para quien sabe que fines. Tal vez sea para mandar quemas todos los libros que hablen de la evolución o que se yo.

Finalmente existen otros charlatanes igualmente ancestrales. A diferencia de los chamanes o los pastores brasileños estos señores son mas escurridizos, casi no los vemos, pero cada 3 y 6 años aparecen prometiéndonos el sol, la luna y las estrellas. Todo con tal de darles nuestro voto y así, aprovechándose de la ignorancia y la necesidad de las personas robarles lo poco que les queda. Esos son especialmente peligrosos y, desafortunadamente, completamente legales. Por lo que uno se preguntaría, ¿que se podría hacer en contra de ese chaparrito charlatán que hace 3 años, y con las “manos limpias”, nos prometió empleo a todos y que no a cumplido en ello?

Será difícil acabar con todos los charlatanes, pero mientras la gente se vaya armando con conocimiento, será más fácil derrotarlos a todos.

Bueno, eso es todo por mi parte. Me despido. Hasta mi próxima entrada. Adiós.

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